Desde la barrera

Plaza_de_toros_de_las_Ventas,_desde_la_barrera,_Madrid,_España,_2015

Estamos tan acostumbrados a ver imágenes impactantes del mundo y sus locos ocupantes que parece que ya nada te puede mover ni un pelo.

Ya pueden enseñarnos la fuerza destructora de un ciclón o el hundimiento de un pueblo entero por un terremoto que permaneceremos tan tranquilos y no saldrá de nosotros más que un ufff o un qué horror tan vacío que no sabremos si realmente llegamos a decirlo en alto o fue solo un pensamiento.

Qué negativa parezco, ¿verdad?, y qué exagerada. Desde luego, nosotros no somos así, yo no, y tú tampoco, ¿verdad?

Si te cuento una historia, ¿me atenderás y todavía se te pondrán los pelos de punta?

Esta historia real te la cuento incompleta porque aunque me faltan datos, con los que tengo ya es bastante espeluznante.

Erase una vez una chica de unos veintidós años residente en una gran ciudad que un día en el portal de su abuela dejó a su bebé de tan sólo un mes. Por suerte, una vecina de la abuela la vio y avisó a la bisabuela de la criatura haciéndose cargo de la niña. La historia continúa con idas y venidas de la madre llevándose y dejando de nuevo a la pequeña, incapaz de hacerse cargo de ella, con otra hija de tres añitos, una pareja en la cárcel y ella misma hundida en el alcohol.

Tremenda historia y muy cercana, más de lo que creemos.

Otra más. Profesional de éxito con un pasado marcado por la violencia de su exmarido, sí, gracias a Dios, exmarido. También cercana, horrible.

A ver si esta te suena familiar, aunque ojalá que no…Madre de familia, dos hijos con contratos precarios, marido parado, dando de sí cada euro que maneja para estirarlo hasta el día más avanzado posible del mes aunque en este caso final de mes se adelante al día doce.

No. Esto no puede convertirse en un ufff o un qué fuerte.

No es normal y no quiero acostumbrarme.

Y tú no seas tibio, haz gala del arrojo que llevamos dentro como cuando te rebelas ante tus injusticias, las tuyas, las que te duelen, porque te aseguro de que tienes mucho para dar y no solo materialmente.

Piensa, actúa. Esa madre alcohólica podría ser tu hija, tu vecina, todos podemos vernos en una situación desesperada y seguro que no te gustaría recibir por respuesta un ufff.

Para mí antes que conquistar Marte, estás tú, están los cercanos y los más lejanos.

Así que, vamos, dame la mano y salta conmigo la barrera, ¿quieres?

 

El «toque»

VARITA

Noviembre, mes de recuerdos de seres queridos, de transición hacia el ansiado diciembre con su puente-acueducto y las Navidades cercanas.

Parece que llega el frío, ¿la lluvia?, el cambio de hora que nos trae luz tempranera, demasiado pronto en mi opinión y oscuridad haciendo la digestión de la merienda.

Solo llevamos dos días de mes y pienso en cómo animarlo. Es verdad que en Madrid capital tenemos el día 9 la festividad de la Virgen de la Almudena, pero es un mes soso que necesita un toque de animación.

Anoche al preguntar a una amiga por la evolución de su madre recién operada de la rotura de un brazo, acabé despidiéndome de ella en modo cursi, y me vino a la cabeza, que todos los que me rodean andan necesitados de achuchones extra, de ánimos para llevar el día, el mes, la vida.

Sé que somos privilegiados por vivir en esta parte del mundo, que debemos valorar tantas y tantas oportunidades, comodidades, atenciones de las que otros carecen pero también sé que a cada uno le duele lo suyo, lo que por la lotería de la vida le ha tocado vivir y sufrir, inmersos todos en nuestra lucha diaria.

Así que, ¿cómo dar un «toque» especial, breve pero intenso a los que me rodean? He pensado en tirar de lo que tengo más a mano pero como mi presupuesto es cero patatero porque sigo subiendo y subiendo la cuesta de enero, recurro al «do it yourself», o en versión cañí, «yo me lo guiso y yo me lo como».

Como gracias a las nuevas tecnologías vivo rodeada de mensajería telefónica y correos electrónicos que entregan lo que escribo casi al segundo, tiro de ellos y ¡oh la lá! pongo en marcha mi plan para noviembre.

Y en ello estoy, tirando de corazones, caritas sonrientes, señas amorosas, abrazos, flores, frases cariñosas y demás cursilerías para darle mi «toque» personal a noviembre, el triste, para provocar sonrisas, besos y más besos de contestación, coloretes de subidón, muecas de incredulidad…en fin, conseguir que la Revolución de los «toques», te llegue, les llegue y me llegue.

¿Qué por qué este mes y no otro?, porque el dolor, la soledad entre tanto acompañamiento digital, la enfermedad, las guerras con otros y con nosotros mismos nos hacen vivir a la velocidad del rayo casi sin mirar y escucharnos a nosotros mismos y a los que nos rodean.

Llámame cursi, pastelosa, ingenua pero ayúdame a convertir otoño en primavera y llena a todo el que te rodea de rosa, colores pasteles, gotas de perfume, notitas con caritas sonrientes, frases de amistad y amor eterno, lazos en el pelo, prendidos de flores…

¿A qué esperas?

Enviar, enviar, enviar…