Gotas de magia

Hoy ando preparándome para la cena de Fin de Año de esta noche. En una revista venía una muestra de una súper maravillosa crema que promete eliminar el cansancio de los 364 días anteriores y dejarme el cutis, a estrenar y aquí estoy, haciendo tiempo para que llegue el gran milagro.

Mientras llega el efecto iluminador, rejuvenecedor y súper guay, estaba pensando en todo lo que me pediría a los Reyes Magos y confieso que soy tan poco original que como colofón a mi lista, me pediría un perfume. Lo reconozco, al final, acabo rendida a las mini películas o mini cortos que cuentan los anuncios de perfumes.

Valoremos el tiempo y el dineral que emplean las marcas en encontrar el anuncio definitivo, el más de lo más, el que al verlo en la tele, casi te haga oler los mil matices que componen esa maravilla para el olfato. Creaciones únicas y exclusivas que te provocan la sensación de que al ponerte una gota, el uniforme del colegio o tu ropa para ir a trabajar se transforma como la de la Cenicienta en un vestido de alta costura que te queda como un guante. Bueno, y qué me decís cuando tu pareja contagiado por el efecto de esa gota mágica, se ha transformado en el acompañante perfecto para un baile en la Luna, mientras el lobo feroz de los cuentos os mira desde un telescopio. A mí es que me pasa todas las veces que me pongo una gotita y nos envuelve a todos los que me rodean. La vida ordinaria se transforma y si es demasiado intenso el perfume, hasta los sueños se vuelven un anuncio de gotas mágicas, aunque estos sueños a mí ya se me hacen densos por el intenso olor del perfume en las sábanas y el pijama, aquí ya el perfume me revuelve, ¿no os pasa igual?

Total, que sumida en este colocón de gotas mágicas y esperando que la expresión de mi cara no acabe tan tensa que parezca eternamente soprendida de todo lo que me cuente mi familia política esta noche, os deseo un año nuevo lleno de salud, paz y buenos deseos para todos.

¡Hasta la próxima!

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La tostada

Esta mañana mientras preparaba los desayunos, me planteé la siguiente cuestión, ¿qué puede significar que a una tostada de pan y aceite, le pongas una capa de mantequilla? Que estás dormida, pensaréis algunos.

Pero, ¿y si la tostada de mante-aceite significara otra cosa? Podría ser que estuviera mandándome una señal desde el más allá de las tostadas, logicamente. En fin, no pensaréis que se tienen contactos con seres de otra dimensión a las 7h de la mañana. Quizás quería decirme que tenía que engrasar mi vida porque desde luego grasa tenía un montón. Quizá ese dibujo que dejaba intuir la capa de grasa me estaba invitando a relajarme y entrar en la rueda del día suavemente sin ir agobiada porque los semáforos para llegar al cole se pongan en rojo, o porque un día más, no haya sitio para aparcar el coche en el cole. Es decir, como dice esa expresión mejicana que me rechifla, «Ahorita».

La verdad es que esa profundidad de pensamiento tan temprano es extraña, así que cuando ya me planté delante del espejo para arreglarme y al cepillarme el pelo me volvió a la cabeza la idea de la grasaza de la tostada, ahí si que lo ví claro, » ¡Rupert, te necesito!», dirían las de otra época haciendo una llamada de socorro a su peluquero, u «Oh my God» , que dirían las más modernas, mientras la foto de su melena invade las redes sociales del mundo mundial y una legión de «expertas» te asesoran sobre tu largo, color, hidratación y canas sí, canas no, en lo que tardas en tomarte el café con una tostada. Lo que la tostada puede estar queriéndome decir es que necesito un cambio, de pelo, de actitud mañanera, de coche o de vida.

En fin, que cada uno se aplique esta señal del más acá, según lo que le provoque la foto que incluyo y sigan fluyendo por el mundo con gracia y elegancia.

Hasta pronto y gracias por seguir ahí.