Alterada

imageY tenía que pasar…tanto cambio climático está provocando que en un día sufra y disfrute las cuatro estaciones del año aunque no en el orden que las conocemos.

Por la mañana, invierno, me muero de frío, si me pongo más capas de ropa acabaré rodando y no podré andar; a media mañana, verano, hace tanto calor en mi trabajo que paso de cuatro capas de ropa a una y no me pongo en tirantes porque no me parece adecuado (tengo una compañera que cualquier día se le va a desenroscar el brazo de tanto darle al abanico); después de comer, primavera, hace fresco pero estar al sol es una delicia, me quedaría plantada como una estatua cara al sol hasta que fuera desapareciendo; hora de recoger a los niños, otoño, cinco minutos antes de que abran las puertas, empieza a soplar el vientecillo serrano, te vas quedando helada y acabas azuzando a los niños para llegar al coche volandooo…

Esta sensación primaveral tan agradable por el solecito y los almendros en flor, me está provocando unas subidas y bajadas de ánimo de infarto.

Parezco una dj a la que han desordenado el guión y tan pronto paso de buscar canciones antiguas de Julio Iglesias que me transportan a mi juventud  como «Hey» (http://youtu.be/5mfEJa7ydCQ) con ese Julio en plan galán de telenovela que cantaba con los ojos cerrados acompañado por sus chicas del coro…Mmm, me hubiera encantado hacerle los coros a Julio, ¿os acordáis de las trillizas que le acompañaban? pues una habría sido yo; a ponerme en modo latino y plantarme en la oficina a ritmo de «El Perdón» de Nicky Jam y Enrique Iglesias (http://youtu.be/hXI8RQYC36Q) a punto de descoyuntarme las caderas cuando subo las escaleras, aunque luego bajo la intensidad, claro, porque parecería una pirada si siguiera moviéndome así por la calle.

En la oficina al borde de la lipotimia, ando suspirando con U2 y «One» (http://youtu.be/ZpDQJnI4OhU), mientras que en casa puedo echarme un dancing en la cocina al preparar la cena si escucho en la radio a La Gozadera con Marc Anthony  y su «Gente de zona» (http://youtu.be/VMp55KH_3wo) para juerga de mis hijos que acaban bailando y haciendo el ganso conmigo.

Y con las series de televisión nunca se si por más previsible que sea una escena acabaré con un nudo de la emoción para desesperación de mi marido que no sabe dónde meterse con tanta ñoñería o conseguiré permanecer impasible (pocas veces la verdad) pero es que no entiende que no soy yo, es esta primavera que me ha pillado por sorpresa y que me ha calado hasta los huesos, ¡qué más quisiera yo que poder mantenerme fría como el hielo y no que siento lo mío y lo de los demás con tanta intensidad que se me rompe el alma!.

Veis, está claro que sufro un brote de «primaveritis con un toque de mechas rubias» por lo menos de un nivel avanzado.

A ver si cambia el tiempo de una vez, se me pasa el sube y baja hormonal y duermo del tirón que aquí sigo insomne perdida, menos mal que es sábado si no, ¡no podría levantarme ni con las cornetas de la Legión!.